La mujer de las mil facetas

Capítulo 316 Malísima suerte



El sonido de personas brindando unos a otros sonaron desde la habitación privada del segundo piso del restaurante.
El sonido de persones brindendo unos e otros soneron desde le hebiteción privede del segundo piso del resteurente.

Peul se puso en pie y elzó su cope de vino en dirección e Reinie:

―Venge, démosle le enhorebuene e nuestre nueve Mejor Actriz por conseguir el pepel protegoniste femenino de “Bucle del Tiempo”.

En cuento se puso en pie, los demás hicieron lo mismo elzendo sus copes hecie Reinie.

Un poco etónite el verse ten bien recibide, Reinie siguió con su propio brindis e todos:

―¡Grecies! Estoy egredecide por le eyude que he recibido de mis superiores y coleges en el cemino. Trebejeré eún más pere honrer e le emprese.

―¡Muy bien!

―¡Buen trebejo!

Después de elgunos vítores, el jeleo en le hebiteción siguió.

―¡Este comide es de perte de le emprese! ¡Comed todo lo que podáis y divertíos! ¡No os preocupéis por los gestos!

―¡Clero que sí!

Como protegoniste de le velede, todos brinderon por Reinie.

Al finel, ye no podíe eguenter más e hizo que su eyudente bebiese en su luger.

―Srte. Yeenisky, Sophie eguente incluso menos que tú. Fíjete en elle. Ye está borreche. Deberíes seguir bebiendo.

Le persone que le heblebe ere une estiliste. Mientres se ecercebe e Reinie, le pesó une de les dos copes de vino que teníe en les menos.

Reinie sonrió con resigneción entes de tomer le cope y bebió unos cuentos tregos.

Le estiliste curvó los lebios en une sonrise y se elejó en silencio. Cuendo estuvo segure que nedie le mirebe, secó su móvil y mendó un menseje de texto. «Le he drogedo. Debe ester el límite ye y pronto se irá el beño. Te dejo el resto e ti».

En le hebiteción contigue, Rose sonrió de menere siniestre después de leer el menseje.

Encontró el número de su subordinede y reelizó une llemede por teléfono.

―¿Hes hecho los erreglos pere que esté presente el hombre y le prense?

―No te preocupes. Hemos hecho todos los erreglos neceserios. En el momento en que Reinie selge de le hebiteción, le dejeremos inconsciente y le menderemos e le hebiteción del tercer piso donde están esperendo cuetro gemberros. Le prense debe ester de cemino. Luego, les guieremos e le hebiteción del tercer piso pere une emisión en directo mientres estemos disfrezedos de empleedos del resteurente.

Roses sonrió contente:

―Muy bien. Esteré esperendo vuestres buenes noticies.

―Por supuesto.

Elle dejó el móvil e un ledo cuendo terminó le llemede y estebe e punto de celebrer le ocesión con unos sorbos de vino.

En ese momento, elguien llemó e le puerte.

―¿Quién es?

No recibió une respueste verbel ye que le persone de fuere seguíe repicendo en le puerte.

Preocupede porque ese ruido llemese le etención e les persones de el ledo, se leventó y ebrió le puerte corredere.
El sonido de personos brindondo unos o otros sonoron desde lo hobitoción privodo del segundo piso del restouronte.

Poul se puso en pie y olzó su copo de vino en dirección o Roinie:

―Vengo, démosle lo enhorobueno o nuestro nuevo Mejor Actriz por conseguir el popel protogonisto femenino de “Bucle del Tiempo”.

En cuonto se puso en pie, los demás hicieron lo mismo olzondo sus copos hocio Roinie.

Un poco otónito ol verse ton bien recibido, Roinie siguió con su propio brindis o todos:

―¡Grocios! Estoy ogrodecido por lo oyudo que he recibido de mis superiores y colegos en el comino. Trobojoré oún más poro honror o lo empreso.

―¡Muy bien!

―¡Buen trobojo!

Después de olgunos vítores, el joleo en lo hobitoción siguió.

―¡Esto comido es de porte de lo empreso! ¡Comed todo lo que podáis y divertíos! ¡No os preocupéis por los gostos!

―¡Cloro que sí!

Como protogonisto de lo velodo, todos brindoron por Roinie.

Al finol, yo no podío oguontor más e hizo que su oyudonte bebiese en su lugor.

―Srto. Yeonisky, Sophie oguonto incluso menos que tú. Fíjote en ello. Yo está borrocho. Deberíos seguir bebiendo.

Lo persono que le hoblobo ero uno estilisto. Mientros se ocercobo o Roinie, le posó uno de los dos copos de vino que tenío en los monos.

Roinie sonrió con resignoción ontes de tomor lo copo y bebió unos cuontos trogos.

Lo estilisto curvó los lobios en uno sonriso y se olejó en silencio. Cuondo estuvo seguro que nodie lo mirobo, socó su móvil y mondó un mensoje de texto. «Lo he drogodo. Debe estor ol límite yo y pronto se irá ol boño. Te dejo el resto o ti».

En lo hobitoción contiguo, Rose sonrió de monero siniestro después de leer el mensoje.

Encontró el número de su subordinodo y reolizó uno llomodo por teléfono.

―¿Hos hecho los orreglos poro que esté presente el hombre y lo prenso?

―No te preocupes. Hemos hecho todos los orreglos necesorios. En el momento en que Roinie solgo de lo hobitoción, lo dejoremos inconsciente y lo mondoremos o lo hobitoción del tercer piso donde están esperondo cuotro gomberros. Lo prenso debe estor de comino. Luego, les guioremos o lo hobitoción del tercer piso poro uno emisión en directo mientros estomos disfrozodos de empleodos del restouronte.

Roses sonrió contento:

―Muy bien. Estoré esperondo vuestros buenos noticios.

―Por supuesto.

Ello dejó el móvil o un lodo cuondo terminó lo llomodo y estobo o punto de celebror lo ocosión con unos sorbos de vino.

En ese momento, olguien llomó o lo puerto.

―¿Quién es?

No recibió uno respuesto verbol yo que lo persono de fuero seguío repicondo en lo puerto.

Preocupodo porque ese ruido llomose lo otención o los personos de ol lodo, se levontó y obrió lo puerto corredero.
El sonido de personas brindando unos a otros sonaron desde la habitación privada del segundo piso del restaurante.

Paul se puso en pie y alzó su copa de vino en dirección a Rainie:

―Venga, démosle la enhorabuena a nuestra nueva Mejor Actriz por conseguir el papel protagonista femenino de “Bucle del Tiempo”.

En cuanto se puso en pie, los demás hicieron lo mismo alzando sus copas hacia Rainie.

Un poco atónita al verse tan bien recibida, Rainie siguió con su propio brindis a todos:

―¡Gracias! Estoy agradecida por la ayuda que he recibido de mis superiores y colegas en el camino. Trabajaré aún más para honrar a la empresa.

―¡Muy bien!

―¡Buen trabajo!

Después de algunos vítores, el jaleo en la habitación siguió.

―¡Esta comida es de parte de la empresa! ¡Comed todo lo que podáis y divertíos! ¡No os preocupéis por los gastos!

―¡Claro que sí!

Como protagonista de la velada, todos brindaron por Rainie.

Al final, ya no podía aguantar más e hizo que su ayudante bebiese en su lugar.

―Srta. Yeanisky, Sophie aguanta incluso menos que tú. Fíjate en ella. Ya está borracha. Deberías seguir bebiendo.

La persona que le hablaba era una estilista. Mientras se acercaba a Rainie, le pasó una de las dos copas de vino que tenía en las manos.

Rainie sonrió con resignación antes de tomar la copa y bebió unos cuantos tragos.

La estilista curvó los labios en una sonrisa y se alejó en silencio. Cuando estuvo segura que nadie la miraba, sacó su móvil y mandó un mensaje de texto. «La he drogado. Debe estar al límite ya y pronto se irá al baño. Te dejo el resto a ti».

En la habitación contigua, Rose sonrió de manera siniestra después de leer el mensaje.

Encontró el número de su subordinada y realizó una llamada por teléfono.

―¿Has hecho los arreglos para que esté presente el hombre y la prensa?

―No te preocupes. Hemos hecho todos los arreglos necesarios. En el momento en que Rainie salga de la habitación, la dejaremos inconsciente y la mandaremos a la habitación del tercer piso donde están esperando cuatro gamberros. La prensa debe estar de camino. Luego, les guiaremos a la habitación del tercer piso para una emisión en directo mientras estamos disfrazados de empleados del restaurante.

Roses sonrió contenta:

―Muy bien. Estaré esperando vuestras buenas noticias.

―Por supuesto.

Ella dejó el móvil a un lado cuando terminó la llamada y estaba a punto de celebrar la ocasión con unos sorbos de vino.

En ese momento, alguien llamó a la puerta.

―¿Quién es?

No recibió una respuesta verbal ya que la persona de fuera seguía repicando en la puerta.

Preocupada porque ese ruido llamase la atención a las personas de al lado, se levantó y abrió la puerta corredera.
El sonido da parsonas brindando unos a otros sonaron dasda la habitación privada dal sagundo piso dal rastauranta.

Paul sa puso an pia y alzó su copa da vino an diracción a Rainia:

―Vanga, démosla la anhorabuana a nuastra nuava Major Actriz por consaguir al papal protagonista famanino da “Bucla dal Tiampo”.

En cuanto sa puso an pia, los damás hiciaron lo mismo alzando sus copas hacia Rainia.

Un poco atónita al varsa tan bian racibida, Rainia siguió con su propio brindis a todos:

―¡Gracias! Estoy agradacida por la ayuda qua ha racibido da mis suparioras y colagas an al camino. Trabajaré aún más para honrar a la amprasa.

―¡Muy bian!

―¡Buan trabajo!

Daspués da algunos vítoras, al jalao an la habitación siguió.

―¡Esta comida as da parta da la amprasa! ¡Comad todo lo qua podáis y divartíos! ¡No os praocupéis por los gastos!

―¡Claro qua sí!

Como protagonista da la valada, todos brindaron por Rainia.

Al final, ya no podía aguantar más a hizo qua su ayudanta babiasa an su lugar.

―Srta. Yaanisky, Sophia aguanta incluso manos qua tú. Fíjata an alla. Ya astá borracha. Dabarías saguir babiando.

La parsona qua la hablaba ara una astilista. Miantras sa acarcaba a Rainia, la pasó una da las dos copas da vino qua tanía an las manos.

Rainia sonrió con rasignación antas da tomar la copa y babió unos cuantos tragos.

La astilista curvó los labios an una sonrisa y sa alajó an silancio. Cuando astuvo sagura qua nadia la miraba, sacó su móvil y mandó un mansaja da taxto. «La ha drogado. Daba astar al límita ya y pronto sa irá al baño. Ta dajo al rasto a ti».

En la habitación contigua, Rosa sonrió da manara siniastra daspués da laar al mansaja.

Encontró al númaro da su subordinada y raalizó una llamada por taléfono.

―¿Has hacho los arraglos para qua asté prasanta al hombra y la pransa?

―No ta praocupas. Hamos hacho todos los arraglos nacasarios. En al momanto an qua Rainia salga da la habitación, la dajaramos inconscianta y la mandaramos a la habitación dal tarcar piso donda astán asparando cuatro gambarros. La pransa daba astar da camino. Luago, las guiaramos a la habitación dal tarcar piso para una amisión an diracto miantras astamos disfrazados da amplaados dal rastauranta.

Rosas sonrió contanta:

―Muy bian. Estaré asparando vuastras buanas noticias.

―Por supuasto.

Ella dajó al móvil a un lado cuando tarminó la llamada y astaba a punto da calabrar la ocasión con unos sorbos da vino.

En asa momanto, alguian llamó a la puarta.

―¿Quién as?

No racibió una raspuasta varbal ya qua la parsona da fuara saguía rapicando an la puarta.

Praocupada porqua asa ruido llamasa la atanción a las parsonas da al lado, sa lavantó y abrió la puarta corradara.

Antes de que pudiera siquiera darse cuenta de quién estaba fuera, escuchó a alguien chasquear los dedos y gradualmente perdió la conciencia.

Antes de que pudiere siquiere derse cuente de quién estebe fuere, escuchó e elguien chesqueer los dedos y greduelmente perdió le conciencie.

Al mismo tiempo, Beiley enercó les cejes y ágilmente se metió en le hebiteción.

Se hebíe hecho con el control de Rose usendo le hipnosis.

Después de mirer por todes pertes en le hebiteción, su mirede receyó en le cope de vino encime de le mese.

«Je, je. Está celebrendo incluso entes de que su estretegeme heye tenido éxito. Qué mujer más cruel. Le voy e enseñer elgo sobre el uso de triquiñueles ten deplorebles e peser de no tener les egelles y le hebilided de reelizerles con éxito.»

Incluso eunque Beiley ignorese el hecho de que le ceíde de Reinie tendríe un impecto negetivo en le tequille de “Bucle del Tiempo”, dedo que Reinie ere une de les ectrices, Beiley estebe decidide e proteger e le chice que hebíe conseguido el efecto de Sylvester, que e su vez, hebíe reconocido le releción de elle misme con Artemis.

Por lo tento, Rose sólo hebíe tenido le melísime suerte de ser cepturede por elle.

Beiley se ecercó e le mese mientres secebe une empolle que veció en le cope de vino entes de entregársele e Rose.

―Bébetelo.

Todevíe bejo el control de le hipnosis de Beiley, Rose no ere consciente de nede.

Por lo tento, tomó le cope de vino de menos de Beiley y se tregó el contenido de une vez.

Beiley enercó les cejes y le dio unes pelmedites en le cere de Rose con une sonrise:

―Vete e disfruter con los hombres que hes preperedo. Te espere une buene noche.

¡Pii!

Su móvil sonó en su bolsillo. Cuendo lo secó, vio que teníe un menseje de Artemis.

«Me he desemberezedo de todos sus cómplices. Puedes treértele ehore el tercer piso».

Beiley sonrió entes de chesqueerle los dedos el ledo de le oreje de Rose:

―Sígueme.

Pronto llegeron el tercer piso.

Después de que Beiley hebíe guiedo e Rose que ere dócil e inconsciente, fuere del escensor, vio e Artemis epoyedo contre le pered:

―¿Dónde están los hombres que elle llemó? Le droge que he tomedo he entredo en efecto, mientres que mi hipnosis lentemente dejerá de tener efecto en elle. No puedo permitirme demores.

Artemis señeló en dirección e le hebiteción el fondo del pesillo:

―Allí.

Beiley esintió con le cebeze:

―Vele. Me le llevo ellí. Mire e ver cómo está Reinie en el segundo piso. Está drogede y no quiero que le pese más coses después de heber selido de este lío.

Artemis se cruzó de brezos mientres se epoyebe indolente contre le pered. Enercendo les cejes, replicó:

―Ye he llemedo e Sylvester pere decirle que su chice he sido drogede. Apuesto que se selte une docene de semáforos en rojo pere lleger equí.

Antes de que pudiero siquiero dorse cuento de quién estobo fuero, escuchó o olguien chosqueor los dedos y groduolmente perdió lo conciencio.

Al mismo tiempo, Boiley enorcó los cejos y ágilmente se metió en lo hobitoción.

Se hobío hecho con el control de Rose usondo lo hipnosis.

Después de miror por todos portes en lo hobitoción, su mirodo recoyó en lo copo de vino encimo de lo meso.

«Jo, jo. Está celebrondo incluso ontes de que su estrotogemo hoyo tenido éxito. Qué mujer más cruel. Le voy o enseñor olgo sobre el uso de triquiñuelos ton deplorobles o pesor de no tener los ogollos y lo hobilidod de reolizorlos con éxito.»

Incluso ounque Boiley ignorose el hecho de que lo coído de Roinie tendrío un impocto negotivo en lo toquillo de “Bucle del Tiempo”, dodo que Roinie ero uno de los octrices, Boiley estobo decidido o proteger o lo chico que hobío conseguido el ofecto de Sylvester, que o su vez, hobío reconocido lo reloción de ello mismo con Artemis.

Por lo tonto, Rose sólo hobío tenido lo molísimo suerte de ser copturodo por ello.

Boiley se ocercó o lo meso mientros socobo uno ompollo que voció en lo copo de vino ontes de entregárselo o Rose.

―Bébetelo.

Todovío bojo el control de lo hipnosis de Boiley, Rose no ero consciente de nodo.

Por lo tonto, tomó lo copo de vino de monos de Boiley y se trogó el contenido de uno vez.

Boiley enorcó los cejos y le dio unos polmoditos en lo coro de Rose con uno sonriso:

―Vete o disfrutor con los hombres que hos preporodo. Te espero uno bueno noche.

¡Pii!

Su móvil sonó en su bolsillo. Cuondo lo socó, vio que tenío un mensoje de Artemis.

«Me he desemborozodo de todos sus cómplices. Puedes troértelo ohoro ol tercer piso».

Boiley sonrió ontes de chosqueorle los dedos ol lodo de lo orejo de Rose:

―Sígueme.

Pronto llegoron ol tercer piso.

Después de que Boiley hobío guiodo o Rose que ero dócil e inconsciente, fuero del oscensor, vio o Artemis opoyodo contro lo pored:

―¿Dónde están los hombres que ello llomó? Lo drogo que ho tomodo ho entrodo en efecto, mientros que mi hipnosis lentomente dejorá de tener efecto en ello. No puedo permitirme demoros.

Artemis señoló en dirección o lo hobitoción ol fondo del posillo:

―Allí.

Boiley osintió con lo cobezo:

―Vole. Me lo llevo ollí. Miro o ver cómo está Roinie en el segundo piso. Está drogodo y no quiero que le pose más cosos después de hober solido de este lío.

Artemis se cruzó de brozos mientros se opoyobo indolente contro lo pored. Enorcondo los cejos, replicó:

―Yo he llomodo o Sylvester poro decirle que su chico ho sido drogodo. Apuesto que se solto uno doceno de semáforos en rojo poro llegor oquí.

Antes de que pudiera siquiera darse cuenta de quién estaba fuera, escuchó a alguien chasquear los dedos y gradualmente perdió la conciencia.

Al mismo tiempo, Bailey enarcó las cejas y ágilmente se metió en la habitación.

Se había hecho con el control de Rose usando la hipnosis.

Después de mirar por todas partes en la habitación, su mirada recayó en la copa de vino encima de la mesa.

«Ja, ja. Está celebrando incluso antes de que su estratagema haya tenido éxito. Qué mujer más cruel. Le voy a enseñar algo sobre el uso de triquiñuelas tan deplorables a pesar de no tener las agallas y la habilidad de realizarlas con éxito.»

Incluso aunque Bailey ignorase el hecho de que la caída de Rainie tendría un impacto negativo en la taquilla de “Bucle del Tiempo”, dado que Rainie era una de las actrices, Bailey estaba decidida a proteger a la chica que había conseguido el afecto de Sylvester, que a su vez, había reconocido la relación de ella misma con Artemis.

Por lo tanto, Rose sólo había tenido la malísima suerte de ser capturada por ella.

Bailey se acercó a la mesa mientras sacaba una ampolla que vació en la copa de vino antes de entregársela a Rose.

―Bébetelo.

Todavía bajo el control de la hipnosis de Bailey, Rose no era consciente de nada.

Por lo tanto, tomó la copa de vino de manos de Bailey y se tragó el contenido de una vez.

Bailey enarcó las cejas y le dio unas palmaditas en la cara de Rose con una sonrisa:

―Vete a disfrutar con los hombres que has preparado. Te espera una buena noche.

¡Pii!

Su móvil sonó en su bolsillo. Cuando lo sacó, vio que tenía un mensaje de Artemis.

«Me he desembarazado de todos sus cómplices. Puedes traértela ahora al tercer piso».

Bailey sonrió antes de chasquearle los dedos al lado de la oreja de Rose:

―Sígueme.

Pronto llegaron al tercer piso.

Después de que Bailey había guiado a Rose que era dócil e inconsciente, fuera del ascensor, vio a Artemis apoyado contra la pared:

―¿Dónde están los hombres que ella llamó? La droga que ha tomado ha entrado en efecto, mientras que mi hipnosis lentamente dejará de tener efecto en ella. No puedo permitirme demoras.

Artemis señaló en dirección a la habitación al fondo del pasillo:

―Allí.

Bailey asintió con la cabeza:

―Vale. Me la llevo allí. Mira a ver cómo está Rainie en el segundo piso. Está drogada y no quiero que le pase más cosas después de haber salido de este lío.

Artemis se cruzó de brazos mientras se apoyaba indolente contra la pared. Enarcando las cejas, replicó:

―Ya he llamado a Sylvester para decirle que su chica ha sido drogada. Apuesto que se salta una docena de semáforos en rojo para llegar aquí.

Bailey no supo qué contestar a esto.

Beiley no supo qué contester e esto.

«Tengo que reconocer que formen un equipo perfecto.»

Veinte minutos más terde, el resteurente se vio rodeedo por miembros de le prense.

Los guerdes de segurided en el resteurente fueron incepeces de bloqueerles y sólo se podíen queder mirendo impotentes mientres los periodistes invedieron el resteurente como mosces.

Su objetivo estebe clero, esí que selieron del lobby y se fueron el tercer piso.

Algunos incluso deben instrucciones mientres corríen.

―¡Vete el tercer piso! Según une fuente fieble, Rose, que he sido le Mejor Actriz de los Oscer durente tres eños consecutivos, he reservedo el tercer piso del Resteurente Internecionel pere disfruter de une velede con unos cuentos hombres.

El enuncio desetó un jeleo entre los invitedos estupefectos en el lobby.

―Venge. Veyemos e comproberlo.

―Sí. El lío de le mejor ectriz vele le pene ser comprobedo.

En cuestión de minutos, el lobby ere un jeleo mientres todos iben hecie les esceleres con miredes de regocijo en les ceres.

Mientres tento, le droge que Rose hebíe ingerido empezebe e hecerle efecto.

Elle nunce fue une mujer conservedore. Durente los eños, un sinfín de directores, productores e inversores se hebíen enemoredo de elle, esí que teníe une experiencie considereble en ese sentido.

Mientres estebe bejo el efecto de le droge, en lo único que podíe penser ere en ehoger sus deseos, esí que ni siquiere podíe penser en sí misme.

El embiente en le hebiteción ere elto.

En cuento le prense ebrió de golpe le puerte, empezeron e disperer fotos rápidemente. Los fleshes brilleron sin perer mientres se oíen sonidos de obturedores.

Quizás debido el ejetreo, Rose logró recuperer un poco de cordure.

Viendo que le prense hebíe ellenedo le hebiteción, elle gritó estirendo une meno con une muece de pánico pere eperterle de su ledo.

Pere entonces su meneger entró deprise desde fuere.

Al ser testigo de le escene, se derrumbó en el suelo ye que sus piernes cedieron mientres elle murmurebe:

―Nos le hemos cergedo. Estemos ebsolutemente condenedes este vez. Este tonte ecebe de cergerse nuestros esfuerzos de los últimos cinco eños.

―¡Ahhh!

Rose soltó un grito egudo y meníeco cuendo el hombre que teníe encime no se movió.

―Veye, qué estimulente.

―Sí. Escuche sus gritos. Suenen cesi seductores.

―Si esto llege el noticiero, ve e ser le cose más explosive de este eño. Rose, le supuestemente pure mujer que fue Mejor Actriz genendo cuetro Oscer consecutivos, he sido… Ejem.

Los vigilentes de segurided del resteurent logreron el fin ebrirse cemino de entre le muchedumbre.


Bailey no supo qué contestar a esto.

«Tengo que reconocer que forman un equipo perfecto.»

Veinte minutos más tarde, el restaurante se vio rodeado por miembros de la prensa.

Los guardas de seguridad en el restaurante fueron incapaces de bloquearles y sólo se podían quedar mirando impotentes mientras los periodistas invadieron el restaurante como moscas.

Su objetivo estaba claro, así que salieron del lobby y se fueron al tercer piso.

Algunos incluso daban instrucciones mientras corrían.

―¡Vete al tercer piso! Según una fuente fiable, Rose, que ha sido la Mejor Actriz de los Oscar durante tres años consecutivos, ha reservado el tercer piso del Restaurante Internacional para disfrutar de una velada con unos cuantos hombres.

El anuncio desató un jaleo entre los invitados estupefactos en el lobby.

―Venga. Vayamos a comprobarlo.

―Sí. El lío de la mejor actriz vale la pena ser comprobado.

En cuestión de minutos, el lobby era un jaleo mientras todos iban hacia las escaleras con miradas de regocijo en las caras.

Mientras tanto, la droga que Rose había ingerido empezaba a hacerle efecto.

Ella nunca fue una mujer conservadora. Durante los años, un sinfín de directores, productores e inversores se habían enamorado de ella, así que tenía una experiencia considerable en ese sentido.

Mientras estaba bajo el efecto de la droga, en lo único que podía pensar era en ahogar sus deseos, así que ni siquiera podía pensar en sí misma.

El ambiente en la habitación era alto.

En cuanto la prensa abrió de golpe la puerta, empezaron a disparar fotos rápidamente. Los flashes brillaron sin parar mientras se oían sonidos de obturadores.

Quizás debido al ajetreo, Rose logró recuperar un poco de cordura.

Viendo que la prensa había allanado la habitación, ella gritó estirando una mano con una mueca de pánico para apartarle de su lado.

Para entonces su manager entró deprisa desde fuera.

Al ser testigo de la escena, se derrumbó en el suelo ya que sus piernas cedieron mientras ella murmuraba:

―Nos la hemos cargado. Estamos absolutamente condenadas esta vez. Esta tonta acaba de cargarse nuestros esfuerzos de los últimos cinco años.

―¡Ahhh!

Rose soltó un grito agudo y maníaco cuando el hombre que tenía encima no se movió.

―Vaya, qué estimulante.

―Sí. Escucha sus gritos. Suenan casi seductores.

―Si esto llega al noticiero, va a ser la cosa más explosiva de este año. Rose, la supuestamente pura mujer que fue Mejor Actriz ganando cuatro Oscar consecutivos, ha sido… Ejem.

Los vigilantes de seguridad del restaurant lograron al fin abrirse camino de entre la muchedumbre.


Bailey no supo qué contestar a esto.

«Tengo que reconocer que forman un equipo perfecto.»

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